El martes pasado amanecimos en toda la ciudad capital con menos de 20 m visibilidad para conducir y con una combinación de olores nauseabundos, sumando las secuelas de alergias y enfermedades pulmonares y visuales empeoradas con este hostil ambiente para la población capitalina y visitantes diarios.
Este problema NO se soluciona con una multa de 2.0 milloncitos de pesos a la “operadora” del vertedero de Duquesa. No señores. Esto tiene una causa mucho más compleja y se extiende a todo el país. El problema comienza en el interior de cada casa, oficina o centro comercial de la nación y se extiende al traspatio, a la acera, a la calle, al vecindario, a la cuadra, al barrio, a la cañada, a las carreteras rurales, a las casas rurales, a los caseríos, márgenes de ríos, fincas agrícolas, pecuarias, industrias, entrada a los pueblos, barrios y centros de ciudades, Distritos Municipales, playas, costas, plataforma y suelo marino, a todos los rincones del país. Hemos convertido y estamos construyendo UN BASURERO NACIONAL DE 48,442 KM2
La raíz del problema comienza en cada ciudadano (niños, adultos, ancianos), de todo el país. Hemos asumido y adoptado un nivel de consumo con volúmenes de desechos (plásticos, latas, vidrios, cartones, tetrapacks, foams, polietilenos, gases, aguas residuales, humos, grasas, jabones, aceites quemados, residuos orgánicos de la cocina, del patio, de las mascotas) diarios muy superiores a niveles norteamericanos y europeos.
Pero de forma paralela y al mismo tiempo, NO hemos asumido la conducta de clasificar, recolectar, reciclar, reducir o reutilizar. Use y bote. Esta conducta JAMAS ha sido asumida, y creo que jamás conocida, por ninguno de los centenares de alcaldes y Directores de Distritos Municipales. Una solución tan sencilla: comenzar en la casa, seguir en la escuela, responsabilidad del Ministerio de Educación, y que la población sea correspondida por cada autoridad local primero, es decir los alcaldías (municipales) y luego con la autoridad nacional, el Ministerio concernido: el de Medio Ambiente, de Salud Pública y el de Obras Públicas. Estos últimos junto a las alcaldías solo tienen que asumir la recolección diaria con sitios y horas fijas, transportes y disposición final de todos los residuos sólidos líquidos, orgánicos y gaseosos, clasificados. En el mundo hoy es posible convertir esto en empresas generadoras de ganancias, sin embargo, a las autoridades le queda más corto el camino usar los presupuestos que se le asignan con nuestros impuestos que pagamos diariamente, en nóminas, contratos fantasmas y francachelas.
Dentro de las próximas décadas estaremos viendo, humos, malos olores, mosquitos, olores nauseabundos, incendios en Duquesa, en Villa Altagracia, (allí hay un incendio diario en el km 41, justo al lado de la autopista Duarte, en todos los municipios, provincias, carreteras y bosques del país. Estamos tocando fondo en el borde de un colapso ambiental nacional, no tengo la menor duda.